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Ver está reglamentado socialmente; no vemos con los ojos propiamente, sino que los imaginarios nutren nuestras visiones. Armando Silva

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Presentación

¿ Qué es ser bogotano? Este libro trata de responder a esa simple pregunta. Mientras avanza, con una pluma entre rigurosa y literaria, busca desde la superficie hasta lo profundo y oculto esa ciudad etérea y teje a Bogotá entre una inmensidad de entrecruces reveladores. Está hecho de recuerdos ciudadanos sobre grandes magnicidios, Gaitan, Galán o Garzón; de reconstrucción de colores , entre gris y amarilla, como se percibe la ciudad; de trozos de poesía de su insigne poeta, J.A. Silva; de ceremonias religiosas y sociales como visitar los domingo a un bambino milagroso; de telenovelas, como Bety y Pedro o novelas o películas, que ahora expresan “bogotanidad”; también de críticas ácidas a. Su autor y sus equipos salieron a recorrer la urbe, tomaron fotos, hicieron preguntas a la gente, coleccionaron objetos emulando una intensa arqueología citadina. La Bogota de este libro empieza a crecer y a conciliarse cuando se colombianiza, se dice, y este estudio muestra esa vitalidad conquistada Armando Silva pone a prueba en su propia ciudad un nuevo enfoque en el que el mismo ha participado para hacerlo parte en las agendas mundiales de hoy: ¿Que significa la ciudad si la vemos y vivimos desde un nuevo urbanismo ciudadano? Bogota imaginada es uno de los mayores esfuerzos intelectuales y creativos para dibujar una de las grandes urbes de América Latina.

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Agradecimientos

Al Convenio Andrés Bello (CAB) por convertirse en gestor de la primera investigación de culturas urbanas comparadas en América Latina y España. A sus dos secretarios ejecutivos, Pedro Henríquez, por proponer el proyecto y Ana Milena Escobar Araujo, por concluirlo, junto con su coordinador del área de cultura Pedro Querejazu. Agradecimientos que extiendo a todos los demás colaboradores del CAB con quienes he compartido afanes, emociones y ahora también los resultados.

A La Universidad Nacional de Colombia por actuar como coordinadora académica del proyecto a través del Instituto de Estudios en Comunicación y Cultura ( IECO) y de la Facultad de Artes, mi propio hogar intelectual y laboratorio de propuestas. A sus directivas y colegas por darme horas y alientos para concluir este trabajo.

A mis colegas del grupo de Bogotá por su apoyo y diálogo permanente en el desarrollo del proyecto: Mariluz Restrepo, William Silva, Beatriz Quiñones y Guillermo Santos y a los distintos grupos de asistentes. auxiliares y estudiantes que tantos nos ayudaron.

A mis colegas internacionales con quienes inicié el proyecto. Menciono de manera especial a mis queridos amigos que se dejaron convencer para organizar distintos equipos locales con esfuerzos propios y de sus entidades. Ustedes han permitido que esta fantasía colectiva concluya para poder mostrar todas nuestras ciudades en un solo mapa imaginado: Eduard Delgado en Barcelona;, Mónica Lacarrieu y Verónica Pallini, en Buenos Aires; Tulio Hernández en Caracas Miguel Ángel Aguilar y Raúl Nieto en Ciudad de México; Alejandro Alfonzo en Ciudad de Panamá; Nelson Martínez en La Paz; Maria Teresa Quiroz en Lima; Christa Huber en Montevideo; Fernando Carrión en Quito; Lisbeth Rebollo en Sao Paulo y Nelly Richard y Carlos Ossa en Santiago de Chile. Junto a los anteriores debo agregar dos nombres de reconocidos estudiosos, Néstor García- Canclini y J. Martín Barbero, quienes en su inicio conocieron los alcances y modos de esta investigación trans-urbana y me aportaron sus favorables comentarios.

Extiendo mi gratitud a todos los participantes de esta inmensa labor que ha demandado la presencia de más de 400 personas las cuales no alcanzo a nombrar una por una pero si están presentes, muy cercanas, para hoy tener con ellas el primer croquis de culturas comparados de las ciudades de América Latina y su vecina de afectos de ultramar, Barcelona.

Y por último a distintos medios que nos han apoyado en todas las ciudades, a mis amigos personales por sus permanentes comentarios y a mi pequeña hija Laura Inés, quien tuvo que compartir muestras horas de afecto con tanto material que salía de todos los rincones de nuestra casa como nuevos visitantes que llegaban y llegaban de todas partes para recordarnos que allí estaba esperando cobrar forma una ilusión continental.

Armando Silva
Bogotá, Julio del año 2003