Los paceños viven una ciudad que sube y baja. Por los complejos pliegues de La Paz transcurre el movimiento de las cholas imponiendo una estética urbana que se funde con la naturaleza. Sus vistosas polleras son portadoras del orgullo étnico, a la vez que desafían la mirada occidental.

¿Lima es fea, “horrible”, como dijo Sánchez Bondy, o “linda”, según lo insinuó un alcalde? Sin duda es una cuestión de percepción, de la perspectiva de cada habitante de acuerdo con el lugar desde donde la mira, percepción que por cierto es de una vulnerabilidad tan grande como...

“Montería Imaginada. Una ciudad vivida y sentida en el Sinú”, escrito por Marleny Restrepo Valencia, se acerca a las diversas formas de percepción que...

Antes de llamarse como hoy la conocemos, esta ciudad fue bautizada, por lo menos, de once maneras diferentes, pero todas centradas en aquella montaña “hecha de sombrero”, que mira al mar, y cuyos barrios son tangueros pero bailan candomblé. Caseros, los habitantes de Montevideo no dejan de hacer su carnaval, debidamente alimentados por su récord mundial en consumo de carne: 60 kilos anuales por persona. Este libro, hecho con los oídos, es un recorrido melodioso por la capital uruguaya, donde la música es una presencia constante.

Pereira imaginada pone a sus lectores a respirar su cotidianidad, la que se va exponiendo desde su historia, en su confirmación física, su arquitectura, sus calles. Aparecen en escena los recuerdos colectivos, como los terremotos o las imágenes que marcan el entorno. 

“… conforme fui avançando na leitura desta agradável e sintética obra, fui entrando na cidade real, e então percebi que a escritura deste grupo de pesquisadores conseguiu fazer o enlace adequado de transformar palavras em fatos físicos. E creio que isso é o que mais destaco para convidar à sua leitura: para os porto-alegrenses, pois vão  descobrir aqui sua própria cidade, com alguma distancia para poder vê-la como se fosse outra; e para os estrangeiros...

La ciudad más cercana al centro del mundo está presidida por un volcán, el Pichincha, que reemplaza el recuerdo de un río que marcó su geografía y hoy no existe. A pie, entre el sur y el norte, su centro barroco y colonial se mezcla con la modernidad de las zonas comerciales. Esta ciudad donde los yuppies venden flores por las calles, además de ancestro indígena, tienen un barrio bautizado como África mía en honor a sus habitantes africanos.

La amable población santiaguina se asoma a su historia de terremotos para constatar que su ciudad, “correcta y obediente”, tiene un café que se llama Piernas y al mismo tiempo es una de las más seguras del continente. El lugar favorito de los habitantes de Santiago, la Plaza Italia o Plaza Baquedano, reúne en sus espacios a los jóvenes en un permanente carnaval que mezcla todos los extremos de la ciudad y de su gente.

Nacida como aldea evangelizadora de los jesuitas, la ciudad de São Paulo se erige hoyo como una de las urbes más grandes y paradójicas del continente. Sus habitantes se debaten hoy entre la seguridad y el miedo, y la ciudad parece recorrer de nuevo las antiguas rutas de los bandeirantes que salían a buscar oro y piedras preciosas, o a repartir la saga de los hacendados que la convirtió en el principal enclave industrial brasileño. Hoy, policéntrica y posmoderna, São Paulo abriga el nuevo capitalismo globalizado. Este libro recrea la percepción que sus ciudadanos tienen de la ciudad que habitan y construyen.

Antonio Machado daba la razón a Abel Infanzón. Sevilla sin sevillanos. El gran proyecto moderno para el imaginario de Sevilla se define precisamente así. Sus grandes semblanzas –Divagando por la ciudad de la gracia, 1914, José María Izquierdo; La ciudad, 1921, Manuel Chaves Nogales; Ocnos, 1942, Luis Cernuda- se construyen sobre ese ideal. Una ciudad sin ciudadanos.